Sus dueños anteriores lo abandonaron en la ciudad de Mogi das Cruzes, Brasil, cerca de una gasolinera en construcción, y fue entonces cuando Sabrina y su pareja, ambos propietarios del negocio, notaron que estaba asustado y perdido, así que hicieron algo realmente admirable.
“Lo adoptamos de inmediato y le dimos todos los cuidados que los animales necesitan. Le compramos comida, una casa de perros y una correa para llevarlo a pasear”
Llevaron esto aún más lejos, convirtiéndolo en uno de los miembros del equipo de trabajo en su gasolinera e incluso le dieron una tarjeta de identificación. ¡También porta una gorra de uniforme! Y cuando se trata de un buen servicio al cliente, Negão se merece una estrella conmemorativa, ya que todos los que llegan a recargar combustible terminan adorándolo.
Quién diría que fue abandonado por sus anteriores dueños
Esperemos que Negão sea una influencia positiva para que otros negocios decidan adoptar.
Esta gasolinera le dio una oportunidad laboral Y también la de pertenecer a una familia.
Todos los perritos callejeros se lo merecen… ¡Felicidades Negão!