Han sido necesarios dos meses de intimidad para que la pareja de osos panda del Ocean Park de Hong Kong practicara el sexo por primera vez, un acontecimiento celebrado por el zoo, que ha difundido las fotos del tierno momento en sus redes sociales.
El macho Le Le y la hembra Ying Ying, ambos de 14 años, llevaban diez años conviviendo en un recinto del Ocean Park, notorio parque temático y zoo de Hong Kong. Sin embargo, la pasión no había surgido aún entre ambos ejemplares, miembros de una especie conocida por su dificultad para procrear, tanto en cautividad como en estado salvaje.
«Desde la llegada de Ying Ying y Le Le a Hong Kong en 2007 y los intentos de apareamiento natural llevados a cabo desde 2010, no se ha logrado el acercamiento, a pesar de años de ensayo y aprendizaje», explica Michael Boos, director del zoo asiático. «Estamos muy contentos con el proceso iniciado hoy, en tanto las probabilidades de embarazo vía apareamiento natural son mucho más altas que mediante la inseminación artificial».
Las imágenes difundidas por el parque muestran a los dos pandas gigantes haciéndose cucamonas y practicando el coito en un recinto completamente vacío, pues cerró sus puertas el pasado 26 de enero debido a emergencia del coronavirus.
Los trabajadores del zoo se había apercibido de que Ying Ying pasaba cada vez más tiempo en el agua, en tanto el macho, Le Le, estaba marcando el perímetro de su hábitat, dos signos aparentes de que estaba preparados para hacer la caídita de Hong Kong, tras diez años de convivencia.
«Si Ying Ying se queda preñada, los indicios del embarazo, tales como fluctuaciones en los niveles hormonales y los cambios de comportamiento, serán perceptibles a finales de junio, si bien siempre existe la posibilidad de que experimente un seudo-embarazo», explican el director del centro.
El período de gestación de un panda oscila entre 72 y 324 días, según el zoo, pero el embarazo solo puede detectarse mediante ultrasonidos dos semanas antes del nacimiento.
Los osos panda están en grave peligro de extinción por varias razones. La primera, porque solo comen hojas de bambú, y los bosques de los que se alimentan están en severo declive. La segunda, porque son perezosos a la hora de hacer el amor y, cuando lo hacen, solo tienen una cría y, last but not least, tienen uno de los penes más pequeños del reino animal, en relación a su tamaño, lo que dificulta sobremanera el coito.