Wallace el lomito comprende que los tiempos son difíciles. El es cariñoso sabe cómo mejorar las cosas con un gran abrazo. Bueno, tan grande como puedan sus pequeños bracitos.
Cuando su dueño está caminando con Wallace, debe detenerse cada vez que Wallace ve a otro perro. Al corgi de un año le encanta jugar y no deja pasar a otro perro sin darle un abrazo.
Cuando se trata de perros grandes, el perro de cuerpo corto no muestra miedo y se para sobre sus patas traseras para obtener el mejor ángulo posible para abrazar. La mejor amiga de Wallace, Daisy, es un gran danés, pero el corgi sabe que el tamaño no importa.
"Siempre se abrazan cuando se ven", dijo Raminick. "Y una de sus patas pesa tanto como el cuerpo entero de Wallace".
Con perros más pequeños, Wallace insiste en jugar con cuidado, para no asustar a su nuevo amigo.
Wallace no da el abrazo hasta que olfatee si el otro perro está bien con él primero.
"Lo que encuentro interesante de sus abrazos es que no esta entrenado para hacer eso", dijo Raminick. "Creo que se trata de que él esté realmente emocionado de jugar con otro perro".
Wallace también se esfuerza por difundir el amor cuando está con su familia humana. "Sus cosas favoritas son los abrazos por la mañana y por la noche, jugar a buscar y yo perseguirlo por la casa", dijo Raminick.
La familia de Wallace está feliz de que su cachorro continúe transmitiendo amor a los perros y a la gente de su vecindario, agregando un poco más de alegría al día de todos.
Para obtener más información sobre Wallace y todos los perros que abraza, puede seguirlo en Instagram.