Refugio despide con alfombra roja a perrito que fue adoptado luego de meses

Hay millones de perritos que tienen que sobrevivir a la crudeza de las calles. No todos corren la suerte de poder encontrar comida y agua, así como un hogar en donde guarecerse. Eso provoca que muchos de ellos tengan que hacer de la vía pública su casa.

Sin embargo, hay personas que dedican su día a día a rescatar animalitos que están en esas condiciones, así como también organizaciones que tienen como principal labor y objetivo conseguirles familias permanentes.

Eso fue la fortuna que tuvo Bowie, un perrito que se cruzó en su camino con la Whatcom Humane Society (WHS), una fundación de Estados Unidos que lo sacó de las calles y lo llevó hasta sus dependencias para cuidarlo y tratarlo.

Para Bowie eso significaba una bendición, pero también un siguiente desafío: que alguna familia lo quisiera adoptar.

Pasó durante varios meses pasando por distintas familias, pero cada una de las adopciones fracasaba y Bowie volvía a empezar de cero. El personal de la WHS ya se había hecho un espacio en su corazón para él, ya que su amigable personalidad no dejaba a nadie indiferente. 

“Es muy dulce. Es uno de esos perros que solo necesitan que todo un pueblo invierta en él. Es por eso que las adopciones seguían sin funcionar“, argumentó Andrea Merrill, miembro de la WHS.

Para la organización solamente era un caso de mala fortuna, así que decidieron seguir usando sus fuerzas para que Bowie encontrara a la familia adecuada. Así fue que un destello de esperanza apareció en su destino.

Una joven universitaria estaba dispuesta a adoptarlo, pero primero tenía que graduarse de la universidad y conseguir su primer trabajo. Luego de 6 meses, la chica volvió a la WHS y comenzó el papeleo para adoptar a Bowie.

“Todos estaban muy emocionados de que Bowie comenzara este nuevo capítulo en su vida“, agregó Andrea.

Como el perrito ya se había hecho su fama en el refugio decidieron despedirlo como corresponde: el día que la joven se lo llevó le pusieron una alfombra roja en el pasillo del refugio para que Bowie se fuera como una super estrella.

“Todos estaban llorando, pero estábamos muy emocionados y felices por él. Fue una forma muy dulce de poder despedirnos de Bowie“, dijo Andrea.

Los trabajadores de la fundación llevaban carteles de despedida y globos. Todos ellos se tomaron un segundo para agacharse y darle un último abrazo al perrito, que parecía estar muy feliz de poder haber conseguido una nueva dueña.

A continuación el video: